La República Checa, también denominada abreviadamente Chequia, es un país soberano de Europa Central sin litoral. Limita con Alemania al oeste, con Austria al sur, con Eslovaquia al este y con Polonia al norte. Su capital y mayor ciudad es Praga. La capital checa ofrece un núcleo medieval intacto donde el visitante retrocederá en el tiempo 500 años. Separando dos barrios históricos, el puente Carlos, del s. XIV, es uno de los monumentos más hermosos de Europa. Pero en Praga no todo se reduce a historia, pues también presume de un dinámico centro urbano con una rica oferta cultural. Fuera de la capital abundan los castillos y los palacios (incluido el soberbio de Český Krumlov), que ilustran las historias de poderosas familias y personajes influyentes en toda Europa. Tras el deshielo de un invierno riguroso y continental, que cubre la ciudad de nieve, el río Moldava de hielo y las colinas de silencio, la primavera se vuelve gloriosa en Praga Praga es la Ciudad de puentes, De los 18 que cruzan las aguas del Moldava en Praga el de Carlos IV (1357) es el más icónico. Hasta 1841 fue el único que unía los dos orillas.