A caballo entre Europa y Asia, casi a la misma distancia de Suiza que de India. Este pequeño de tierras altas y muy montañoso, vio crecer a la sombra del bíblico y singular monte Ararat una de las civilizaciones más antiguas del mundo, y conformar la primera nación en abrazar oficialmente el cristianismo. Se trata sin duda de un destino de viaje emergente, aún no frecuentado por el turismo masivo, y que satisfará especialmente al viajero sagaz amante de la cultura, la antigüedad, la arquitectura medieval y los paisajes naturales bien conservados. Armenia es el país a la sombra de Ararat, el lugar donde Dios dio una segunda oportunidad al mundo y donde Noé comenzó una nueva vida; es la tierra del albaricoque, de las montañas desnudas y de las iglesias primitivas; también es el hogar de un pueblo amable, apasionado, orgulloso y nostálgico, que ante las adversidades siempre ha resurgido de sus cenizas como el Ave Fénix.